Vivimos en un pais superfeminista


3 de septiembre de 2023

Vivimos en un país superfeminista (y nosotras sin enterarnos) Por Pilar Aguilar

Previo comentario de Osvaldo Buscaya

09/09/2023

a) {Han intentado dinamitar la base misma sobre la que se asienta la lucha feminista. En efecto, el feminismo analiza la realidad y concluye que, a las mujeres, por serlo, se nos asigna un rol subalterno con todo lo que ello conlleva: sumisión, pobreza, violencia y se nos educa para que seamos complacientes y cuidemos de los otros. Pero, por el contrario, esta progresía neoliberal, narcisista e individualista, dice que ser mujer es un sentimiento y es elegible. En consecuencia, si ser mujer es opcional, no se puede calificar como opresión pues si alguien no está de acuerdo o no se siente “identificada” con lo que conlleva ser mujer, se cambia a hombre y listo.}

Pues, el transexual ecuménico perverso patriarcado, posee una firme conducta solapada, para dominar la sociedad y poder actuar sin limitación alguna. Los integrantes transexuales ecuménicos perversos del patriarcado, en su accionar se remontan a las influencias de su infancia que determinan su irresoluble perversión y ambigüedad sexual. Nos expone el transexual ecuménico perverso patriarcado a la influencia de su irresoluble perversión y ambigüedad sexual en cada situación que se provoca en la dinámica social y “a las mujeres, por serlo, se les asigna un rol subalterno con todo lo que ello conlleva: sumisión, pobreza, violencia y se las educa para que sean complacientes y cuiden de los otros”. Tal influencia se desarrolla porque la situación de la sociedad, roza inevitablemente su irresoluble perversión y ambigüedad sexual en. “esta progresía neoliberal, narcisista e individualista, dice que ser mujer es un sentimiento y es elegible”. El drama psicológico del infante varón, su temor a la castración y repudio a lo femenino castrado, se convierte en psicopatológico, cuando la fuente infantil de ese sufrimiento, que hemos de compartir y del cual se espera que derivemos nuestro placer, no es ya un conflicto entre dos motivaciones inconscientes casi por igual, sino entre motivaciones conscientes y reprimidas. Aquí la condición previa para que se dé el goce perverso es que también parte de la ciudadanía, constituida por los varones, sea perversa. En efecto, sólo a un perverso podrá depararle placer esa “liberación” y, en cierta medida, también la aceptación consciente de la motivación reprimida, en vez de despertar su repulsión, como ocurriría en toda persona no perversa, que, además de rechazar dicha motivación, se dispondrá a repetir el acto represivo, ya que en ella la represión ha tenido pleno éxito.

Un penoso conflicto que la mujer padecería sería; ¿Cómo admitir que el patriarcado es el padre, el hermano, el compañero, el dirigente, el ecuménico, etc., y que en esta regla no habría excepción?

Señalo en mi Ciencia de lo femenino (Femeninologia) cuanto tenemos que aprender, sobre la estructura de la relación de la mujer con la verdad como causa, en la imposición del transexual ecuménico genocida perverso patriarcado incluso en las primeras decisiones de la simiesca horda primitiva.

 

Experimentamos así la impresión de que la civilización es algo impuesto a una mayoría contraria a ella por una minoría que supo apoderarse de los medios de poder y coerción.” (Freud)

El sentido y la verdad del feminismo, es la derrota del varón; perverso irresoluble y ambiguo sexual

Un travesti no es una mujer

Lo femenino es el camino

Buenos Aires

Argentina

9 de septiembre de 2023

Osvaldo V. Buscaya (OBya)

Psicoanalítico (Freud)

*Femeninologia

*Ciencia de lo femenino

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Vivimos en un país superfeminista (y nosotras sin enterarnos)

Por Pilar Aguilar

http://pilaraguilarcine.blogspot.com.es/

Analista de ficción audiovisual y crítica de cine. Licenciada en Ciencias Cinematográficas y Audiovisuales por la Universidad Denis Diderot de París. Lee el blog de cine de Pilar Aguilar: http://pilaraguilarcine.blogspot.com.es

 

Dice Irene Montero: “El movimiento feminista es lo mejor que tiene este país”.

 

Para empezar ¿qué es eso de “lo mejor”? Ya teníamos las playas, la paella, los bares con sus tapas y ¿ahora, además, tenemos al feminismo? Me diréis: “Es una forma de hablar”. Sí, pero hay formas que delatan bastante el inconsciente (frívolo y folclórico, en el caso presente).

 

Pero, en fin, seamos indulgentes y supongamos que Montero quería decir que el movimiento feminista es el más activo y/o el más militante de los movimientos sociales de España.

 

Yo también lo pienso y no será porque su Ministerio y el Gobierno en pleno no han tratado durante estos cuatro años de cargárselo por todos los medios: nos han denigrado e insultado, han permitido incluso que se nos agreda físicamente. Nos han ninguneado negándose sistemáticamente a recibir a las asociaciones feministas (salvo a unas pocas, poquísimas elegidas).

 

Pero, sobre todo (y esto es mucho más grave) han hecho dos repugnantes maniobras:

 

1- Han intentado dinamitar la base misma sobre la que se asienta la lucha feminista. En efecto, el feminismo analiza la realidad y concluye que, a las mujeres, por serlo, se nos asigna un rol subalterno con todo lo que ello conlleva: sumisión, pobreza, violencia y se nos educa para que seamos complacientes y cuidemos de los otros.

 

Pero, por el contrario, esta progresía neoliberal, narcisista e individualista, dice que ser mujer es un sentimiento y es elegible. En consecuencia, si ser mujer es opcional, no se puede calificar como opresión pues si alguien no está de acuerdo o no se siente “identificada” con lo que conlleva ser mujer, se cambia a hombre y listo.

 

    – Han difuminado los objetivos del feminismo predicando que todo (o casi) es feminismo. Luego, nada lo es. Así, el feminismo que ya no es la lucha específica por los derechos de las mujeres sino un vago y frívolo remix de las más diversas causas. El delirio llega hasta el punto que insistir en que debemos atender a los malestares de aquellos señores que se sientan heridos en su «virilidad».

 

Añade Irene Montero: que nuestra sociedad es “abrumadoramente feminista” …

 

Debe ser que ella se siente abrumada con tanto feminismo…

 

A mí (y a cualquier feminista) nos abruma, por el contrario, el machismo reinante. Nos abruma:

 

La educación pornográfica que reciben los jóvenes, educación que sistemáticamente conlleva maltrato y violencia contra las mujeres y a la que nadie pone coto.

 

Las 74 mujeres asesinadas en lo que va del año

 

El paro femenino (mucho mayor que el de los hombres)

 

La pobreza de las mujeres (también mucho mayor)

 

Los trabajos precarios (ídem).

 

Las mujeres que cargan ellas solas con los hijos (el 82% de las familias monoparentales son monomarentales).

 

La desatención sanitaria a las mujeres.

 

La constatación de que las mujeres siguen cargando con los trabajos del hogar y el cuidado.

 

El espantoso aumento de violaciones (se denuncian una media de cuatro diarias y sabemos que las denuncias son solo la punta del iceberg).

 

La escasez de mujeres en puestos socialmente relevantes.

 

Etc.

 

Pero, por lo visto, para la Ministra esos indicadores son peccata minuta y no le impiden considerar que nuestra sociedad es “abrumadoramente feminista” …

 

Sánchez opina lo mismo que Montero. En un mitin reciente ha afirmado que en España “Están todas las mujeres y millones de hombres comprometidos para lograr la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres”. Y ha añadido: “España es un país feminista que ama la igualdad efectiva entre hombres y mujeres” (este “ama” de Sánchez es como “lo mejor” de Montero).

 

Si pese a los indicadores sociales de desigualdad y opresión que he apuntado más arriba, Sánchez y Montero opinan que vivimos en una sociedad feminista, quiere decir que su listón está muy bajo.

 

Y, en efecto, debe estarlo puesto que, en cuatro años, no se han dignado ni siquiera a poner coto a las barbaries machistas más evidentes y fáciles de legislar como, por ejemplo, una ley abolicionista o medidas que impidan la compra-venta de bebés mediante la explotación reproductiva de mujeres.

 

Se comprende que los dirigentes traten de mostrar el lado positivo de las cuestiones que se plantean, pero de ahí a delirar de semejante manera…

 

¿Qué cabe, en efecto, concluir de esas declaraciones de Sánchez y Montero? Pues que como en España tenemos igualdad legal, consideran lo demás como detalles sin mayor enjundia.

 

Sus apreciaciones coinciden con las que hacen esos tipos de barra de bar o de Forocoches, esos que nos sueltan: «¡Pero si ya tenéis todo! ¿qué más queréis?”

 

¡Qué nivel!